Hace más de 20 años que escuché hablar a mi padre con admiración sobre la homeopatía; él Dr Francisco Gill, médico de la de Antioquia detractor de la homeopatía, acababa de llegar de USA donde había visto muchas cosas que lo dejaron inquieto y con ganas de aprender… pero yo le dije “papito, no hay nada como la ciencia comprobada”
Y aunque no lo entendí en el momento había algo de verdad allí, con el pasar de los años descubrí que la mayoría de los medicamentos que utilizamos de forma regular no empezaron a utilizarse porque tuvieran muchos estudios, ni siquiera se entendían bien los mecanismos de acción, es la práctica clínica lo que realmente les da su validez, ocurre lo mismo con los medicamentos homeopáticos, de hecho fue el padre de la medicina Hipócrates (460 a. C.- 370 a. C.) quién por primera vez expuso que “por los dos opuestos caminos la salud puede ser restaurada. Procediendo así será fácil, ya sea según la naturaleza y causa de la enfermedad tratarla de acuerdo al contrarium o al similimum” (Marzetti, 1976, pág. 26), de esta manera sembró las bases tanto para la Alopatía que utiliza medicamentos para contrarrestan los signos y síntomas que aquejan al paciente; cómo para la homeopatía, el tratamiento con similares, que estimula la capacidad curativa propia del organismo. Por otro lado Paracelso (médico y alquimista suizo, 1493 – 1541) expresó otro principio homeopático “todo es veneno nada es veneno depende de la dosis” entonces Hanneman padre de la homeopatía acuñó que toda sustancia capaz de provocar enfermedad en un individuo sano a dosis tóxicas, produciría en dosis infinitesimales la capacidad de curar enfermedades cuyos síntomas y signos sean similares a los que produce en el individuo sano, naciendo así los principios homeopáticos, pero de eso hace más de 200 años y aunque muchos como Claude Bernard, Elie Metchnikoff, Alfred Pischinger, Heinrich Reckeweg y reciente mente Luc Montagnier (premio Nobel 2008) hicieron grandes contribuciones, la homeopatía sigue siendo objeto de profundas controversias en especial porque contienen concentraciones moleculares muy pequeñas (como los diseñados por laboratorios como Heel, OHM Pharma, etc.) o incluso infinitesimales (los principios activos ultramoleculares >9_12 CH, >18DH o X > 1MK superan el número de Avogadro 6,02 x 1023), y es que en teoría no habría materia, pero la energía siempre emana de una fuente material, por ello es importante considerar:
- Los neurotransmisores son segregados en el espacio intercelular en cantidades de 10 -10 moles por litro, lo que equivale a la 5ch o 9X o D y los niveles de hormonas y otros agentes de señalización celular se encuentran en el rango de los picogramos por mililitro y todos hemos percibido el efecto del cortisol la principal hormona del estrés y el efecto que sobre ella hacen neurotransmisores como la serotonina…
- Los investigadores del Indian Institute of Technology encontraron la presencia de entidades físicas en ultradiluciones homeopáticas en forma de nanopartículas la mayoría de ellas menores de 15nM, por este y otros estudios se dice que la homeopatía hunde sus raíces en la medicina cuántica.
Uh que densa me puse! la verdad me enamoré de la homeopatía al ver su respuesta y luego comencé a estudiarla, si usted es uno de los muchos que ha evidenciado sus excelentes resultados le invito a que nos visite, aproveche nuestras ofertas y aprenda con nosotros una manera diferente de leerse.
- hikramane PS, Suresh AK, Bellare JR, Kane SG. Extreme homeopathic dilutions retain starting materials: A nanoparticulate perspective. Homeopathy. 2010; 99: 231-242.
- Upadhyay RP, Kayak C. Homeopathy emerging as nanomedicine. Int J High Dilution Res 2011; 10(37): 299-310. http://www.feg.unesp.br/~ojs/index.php/ijhdr/article/view/525/551